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miércoles, 18 de febrero de 2009

Julio Cortázar

25 años de muerte

(12 febrero 2009)


"Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas”





Vea lo que pasa cuando se confía en los cronopios. Apenas lo habían nombrado Director General de Radiodifusión, este cronopio llamó a unos traductores de la calle San Martín y les hizo traducir todos los textos, avisos y canciones al rumano, lengua no muy popular en la Argentina. A las ocho de la mañana los famas empezaron a encender sus receptores, deseosos de escuchar los boletines así como los anuncios del Geniol y del Aceite Cocinero que es de todos el primero. Y los escucharon, pero en rumano, de modo que solamente entendían la marca del producto. Profundamente asombrados, los famas sacudían los receptores pero todo seguía en rumano, hasta el tango Esta noche me emborracho, y el teléfono de la Dirección General de Radiodifusión estaba atendido por una señorita que contestaba en rumano a las clamorosas reclamaciones, con lo cual se fomentaba una confusión padre.

Enterado de esto el Superior Gobierno mandó fusilar al cronopio que así mancillaba las tradiciones de la patria. Por desgracia el pelotón estaba formado por cronopios conscriptos, que en vez de tirar sobre el ex Director General lo hicieron sobre la muchedumbre congregada en la Plaza de Mayo, con tan buena puntería que bajaron a seis oficiales de marina y a un farmacéutico. Acudió un pelotón de famas, el cronopio fue debidamente fusilado, y en su reemplazo se designó a un distinguido autor de canciones folklóricas y de un ensayo sobre la materia gris. Este fama restableció el idioma nacional en la radiotelefonía, pero pasó que los famas habían perdido la confianza y casi no encendían los receptores. Muchos famas, pesimistas por naturaleza, habían comprado diccionarios y manuales de rumano, así como vidas del rey Carol y de la señora Lupescu. El rumano se puso de moda a pesar de la cólera del Superior Gobierno, y a la tumba del cronopio iban furtivamente delegaciones que dejaban caer sus lágrimas y sus tarjetas donde proliferaban nombres conocidos en Bucarest, ciudad de filatelistas y atentados.


“Inconvenientes en los servicios públicos”

De: Historias de Cronopios y Famas





1 comentarios:

Anónimo,  19 de marzo de 2009, 23:24  

Queseriamiputavidasinlaspalabrasdeestehazdelapalabra.Imaginosulenguabifedaexcretardulcevenenoquechorreabaaunpocodepapelenblancoyluegounafirmagrandeyvoluptuosaqueindiquequeahísobreesapiradearbolesmuertosseposóunamanogenialpertenecienteaunamentemuchomásgenialincluso.Y hoy que me veo tan vacío que más me queda que regresar una vez más a Cortazar esperando que algún dia la iluminaciñon gire hacia mi lado derecho. Tengo derecho a desear algo asi, o no?? O NO?????

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