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domingo, 1 de marzo de 2009

No sé si es Baires o Madrid - Fito Paez

Aplausos, gritos y todos de pie... así reciben a Fito el 24 de abril del 2008 en el palacio de los Congresos de Madrid. Una luz blanca alumbra a Paez junto al piano negro que lo acompañará en esa noche de posibilidades infinitas y duetos musicalmente perfectos. Todo comienza con:

En un café se vieron por casualidad
Presiento que no importaba nada más

Pero esa noche no era para nada una casualidad, los rostros se encontraron sintiendo las notas de una canción que comienza: "no sé si es baires o madrid", canción compuesta por distintas melodías que, con diversos matices y voces, pintan una escena que perdurará en los oídos de muchos y pocos. 11 y 6 es la "palabra" con la que inicia el concierto, la inconfundible voz de fito y las notas de ese teclado que tiñen aquellas canciones (que muchos hemos cantado con una lágrima entre manos) de una agilidad distinta y sobriedad intensamente rebelde que van precisas para este tema entrañable.

"Pero esperen que no hice nada todavía" respuesta a los aplausos y ovaciones que recibe tras el primer intento por capturar un nuevo latido en una canción que ha debido cantar muchas veces. El piano vuelve a sonar fresco, lanzando un himno que declara que lo importante no es llegar, sino el camino...no ser un muerto vivo. Eso que llevas ahi nos habla a todos, nos desnuda revelando lo que nuestro corazón esconde, esa muchacha de miel que no se atreve a recogernos, pero que...

sin querer nos devolvió el alma

Este gran tema intensifica la atmósfera de la noche, y aun los que seguimos escuchando este pedazo de cielo en la soledad de las almohadas, sentimos cada palabra y cada nota en lo profundo de nuestra piel abandonada, deseando que esa muchacha de miel nos acoja y reciba esta sola opurtunidad, este único tiro que les brindamos. Que esas personas llenas de magia escuchen y refuercen con acero nuestras casas....

Todo lo que te hace bien te hace mal

El concierto sigue con Tumbas de la gloria que me recuerda el libro de Juan Carlos Onetti, "El pozo", en el cual inevitablemente todos caemos. Hablando de esa luz que no deja de escapar, de la pesadez de la memoria, del evitar repetir la constante pérdida de momentos, de personas, de glorias...la misma ceremonia se repite mientras rogamos no nos dejen caer. Tema que nos pone nostálgicos, irreparables, pero vivos, vivos por sentir simplemente y desear o soñar...

dos días en la vida nunca vienen nada mal

¿Qué hay después del amor? La siguiente canción habla de lo que hay en la esencia de las almas, esa necesidad perenne de tener esa persona. El dolor como ingrediente básico de el amor despúes del amor, esa sensación de perdura que se queda tratando de revivir después de perder... Fito canta indudablemente al amor, nos cuenta historias de amores esta vez de Telma y Louis y la bala como amor perforando todos los puntos de los cuerpos enamorados. Perfecta conjunción de dos canciones que se suceden una a la otra perfilando la armonía de dos grandes "poemas" de Paez, recordando siempre lo que el amor es y será en este mundo de almas humanas dispuestas a recibir el dolor y esperar por esos dos días en la vida que nunca vienen nada mal.




Hermano de soledad, aquí estamos los dos

La siguiente canción enciende los sentidos. Recuerdo un día como muchos, en los que el viento pesaba entre mis manos y las ideas cubrían todo espacio de mi cuerpo, cuando un mago, como todo mago,apareció sin avisar siquiera y dijo ¡Maru! ¡Se vino la rumba del piano! Cambio de color toda la estación que me rodeaba. Se va poniendo calentito el aire, dije y disfruté de cada nota como si fuera una caricia del mismísimo mago que apareció para cambiarlo todo. Ver a Fito dibujando cada palabra con sus dedos, sus ojos y labios; mientras su cuerpo danzaba bajo las luces artificiales de colores, me dio ese aire que necesitaba para respirar. La canción desde entonces, es la fotografía que retrata al mago, ese amigo, ese hermano de revoluciones e ideales.

y dejaste entrar aquella melodía...

El tema que le sigue lo escuché despues del regalo preciso, y la canción se transformó en un tatuaje azul que cubre hasta hoy todo mi cuerpo. Fito con estas letras nos afirma que cree en el amor. SILENCIO pues han llegado ellos, con sus varas y flores. Con el amor no se puede parar, afirma, de acuerdo. La canción baña de nostalgia y lágrimas a todo ser enamorado. La ternura de las letras y la melodía trabajan una pieza de valor incalculable a la que todos nos sometemos pues, en ella se encuentra el refugio de lo que sentimos, donde reflejamos lo que escondemos. Cerremos los ojos y sintamos la intensidad de cada palabra que, perfectamente unidas, conforman un círculo con sentido de amor. Les dejo la letra de El cuarto de al lado, que de por sí, es ya un gran poema. Para ustedes, magos y magas:


Yo solo se que nunca estuve a la altura
Yo estaba muy pirado y vos eras tan pura
También solías ser mi muchachita punk
Pero en cualquier caso sabías amar

Recuerdo la mañana yendo al hospital
Reías como loca, ibas a ser mamá
Hiciste yoga sola encerrada en el baño
Después te di la mano y pasaron los años

La vida es la reina madre de la inmensidad
La que agita las fieras, la que acerca los corazones
La música es la reina madre y ya no se hable más
Silencio que ha llegado ella con sus alas y flores

La sangre juega fuerte no sabe pensar
Desata las tormentas desde el más allá
Por suerte nunca me tomé nada tan en serio
Yo sé que ya esta todo, escrito en el viento

Y todo lo que haces por obligación
Se lleva la alegría de tu corazón
Y quien se va a creer lo que cuentan los diarios
Yo creo en el amor a traves de los años

La vida es la reina madre
(...)


Yo solo se que nunca estuve a la altura
Yo me hago el inocente y vos te haces la dura
Igual esta el amor, no se puede parar
Los hijos en el cuarto de al lado...

¡Qué empiecen los duetos!
El escenario es compartido por primera vez en la noche con la voz de Leonor Watling y Marlango en una nueva versión de Pétalo de sal y Creo. La voz de Watting aporta una nostalgia distinta, la voz femenina siempre contagia la melancolía. Y el coro junto a la voz de fito, una armonía absoluta que se presenta como una caricia sobre seda, casi intocable.

y no es tan trágico mi amor

La segunda canción complementa la primera de una manera fascinante. La primera, con voz femenina, evoca un amor alejado "nada te importa la ciudad si nadie espera" y la senguda, a manera de respuesta, la voz masculina interpretada por fito que dice: "creo que aun piensas en mí". Las dos canciones se relacionan a manera de rompecabeza, cuyas piezas como palabras y notas, encajan entre sí de manera perfecta para escuchar ambas voces diciendo: " creo que estas llorando" como una frase que dedicamos a todos y a nadie... el dolor de cada frase es acompañado perfectamente por un clarinete que, a manera de dolor, rasga el viento hiriendo cada uno de nuestros sentidos.






continuará

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